Terapia de Sauna

“Es más elegante pontificar que sudar”.

Harold Evans, periodista británico. Citado por Nenah Sylver (2004).

EN LA ANTIGÜEDAD1

Las bondades de la terapia de sauna han sido conocidas y aprovechadas desde hace siglos e incluso milenios.

Los egipcios la utilizaban hace 5000 años atrás, así como también la cultura Maya hace 3000 años, tal como fue descubierto por un grupo de investigadores estadounidenses en el año 2000, quienes apreciaron una extraña estructura de unos de 2,4 m de ancho en el centro de una aldea Maya en Centroamérica. El estar ubicada al centro del poblado, también reflejaba a ojos de los investigadores que la simple estructura tenía también importancia ritual o incluso espiritual, sin embargo, se trataba simplemente de un sauna.

Por otro lado, un documento de medicina ayurvédica datado en el 568 antes de Cristo, da cuenta de la utilización del sudor como modalidad terapéutica, cubriendo a la persona con una manta quien yacía sobre una cama, y disponiendo bajo ella piedras calientes que eran arrojadas a una vasija con agua para producir calor vía vapor.

También griegos y romanos la usaron en tiempos ancestrales, así como culturas nativas de México y Estados Unidos, por citar algunos ejemplos que permitan resaltar la extensión con que ha sido utilizada a través del tiempo esta sencilla pero beneficiosa técnica terapéutica, aunque también ha tenido fines espirituales según algunas culturas.

Siendo entonces el baño de sauna una de las modalidades terapéuticas más antiguas en la historia de la humanidad, nuestros antepasados no siempre comprendían cómo o por qué funcionaba. Pero hoy día, con los métodos científicos actuales, somos privilegiados de saber lo que nuestros antepasados intuían: que el calor usado apropiadamente, sanaba.

La autora estadounidense Nenah Sylver en su destacable libro “The Holistic Handbook of Sauna Therapy” (2004), señala:

la ancestral y respetada tradición del baño de sauna ha sobrevivido al tiempo porque funciona. En los Estados Unidos, la Drug and Food Administration (FDA), [símil de nuestro Ministerio de Salud], aprueba los saunas como dispositivos terapéuticos y algunas compañías de seguros reembolsan los gastos por servicios de terapia de sauna o incluso la compra de un sauna con fines terapéuticos”.

Se dice que el médico griego Hipócrates habría dicho: “denme una oportunidad de crear fiebre y curaré cualquier enfermedad”. ¿Una  exageración?, quizá no, dice Sylver (2004).

Esta afirmación está más cerca de la verdad del que uno podría pensar especialmente hoy día con los altos niveles de contaminación que contribuyen a problemas de salud más complejos de lo que podríamos haber supuesto hace dos milenios atrás.

Hablar de sauna es hablar de los finlandeses, quienes por historia habrían sido los más influyentes en esparcir por el mundo la cultura del baño de sauna. De acuerdo a algunas estimaciones, el pueblo finés ha estado usando el sauna por cerca de 2000 años. Cabe agregar que la palabra sauna es finlandesa y significa “casa de baño”.

Se dice que hay actualmente 1.400.000 saunas en Finlandia, lo que representa un sauna por cada tres personas. Es la única nación en el mundo en donde hay más saunas que automóviles.

Probablemente las modalidades más conocidas de sauna son aquellas en que se disponen algunas piedras sobre un calentador eléctrico, las cuales se humedecen cada cierto rato para evitar que el aire se seque en demasía, o aquellos de vapor conocidos como baños turcos. En la antigüedad se solían calentar las piedras en algún otro sitio por tiempo considerable para luego disponerlas en un recinto cerrado. Sin embargo, con el paso del tiempo y el avance de la tecnología, la modalidad infrarroja también ha irrumpido en escena.

TERAPIA DE SAUNA A PARTIR DEL SIGLO XIX1

En 1833 el médico cirujano francés Jules Guyot (1807-1872), evidenció que las heridas en conejos y perros sanaban más rápido cuando los mantenía en un sauna tipo cabina que construyó para tales efectos, y que calentaba con lámparas de alcohol. Posteriormente trató a pacientes con úlceras, tuberculosis y ciática, pudiendo confirmar que el calor era un poderoso agente terapéutico.

En 1897 Hollaender observó la utilidad de las corrientes de aire caliente a presión aplicadas a pacientes con lupus. Cabitto (1897) por su parte evidenció la utilidad de los baños de sauna para aliviar ataques de epilepsia, y Sarjeant por su parte apreció destacables resultados relacionados a dolores artríticos, mencionando ocho casos de artritis y esguinces cuyo dolor era aliviado o completamente removido.

A continuación, se mencionarán tres destacables especialistas de los últimos 100 años en la utilización de la terapia de sauna con fines terapéuticos.

DR. JOHN HARVEY KELLOGG (1852-1943)1, 2

Kellogg era un respetado cirujano estadounidense quien realizó más de 22.000 cirugías en su vida, pero también esencialmente un médico holístico que entendía el beneficio de una dieta sana, el ejercicio, vida al aire libre y consumo de agua pura para evitar las enfermedades.

Comenzó a usar la terapia de sauna en sus pacientes utilizando al principio modelos más rudimentarios, pero con el tiempo y la experiencia ganada, diseñó un modelo completamente distinto a sus predecesores. Hacia finales del siglo XIX estableció en Michigan, EE.UU, el centro terapéutico Battle Creek Sanitarium, que era visitado por personas de todo el mundo para someterse a sus modalidades curativas holísticas.

Siempre buscando mejorar sus procedimientos terapéuticos en favor de sus pacientes, el Dr. Kellogg comenzó a administrar ozono junto al vapor de sus saunas. Fue el primer estadounidense en usar ozono con fines terapéuticos, según se informa en su libro Diphtheria: Its Nature, Causes, Prevention and Treatment.

Hacia 1891 Kellogg diseñó y construyó saunas tipo cabina con el tamaño justo para que cupiese el cuerpo de un paciente adulto. El modelo era inédito para su época, considerando que usaba como fuente de calor la luz radiante de las nuevas ampolletas creadas por Thomas Edison.

El artilugio tenía 40 ampolletas y deflectores para reflejar la mayor cantidad de luz posible hacia el cuerpo del paciente, calentarlo y producir la sudoración.

FIGURA 1. Sauna tipo cabina del Dr. Kellogg. El cuerpo de paciente era calentado mediante ampolletas eléctricas.

La cabeza del paciente quedaba fuera de la cabina, lo que permitía la aplicación conjunta de ozono si se deseaba. El cuerpo del paciente comenzaba a sudar en cosa de minutos.

En los saunas de calentamiento por luz radiante, el aire no es calentado por efecto de la luz, al menos no significativamente, puesto que el calor proveniente de longitudes de onda infrarroja tienen esa particularidad de no calentar el aire sino que sólo los cuerpos hacia donde se dirige la emisión calorífica. Por ser además un tipo de emisión que llega con la luz solar, se le considera de por sí, beneficiosa para la vida y la salud.

Con los años sus saunas llegaron a ser conocidos en los EE.UU. e incluso en Europa. Incluso Kellogg llegó a señalar que el rey Eduardo de Inglaterra se curó de una invalidante gota en algún lugar de Hamburgo con la aplicación de sauna con ampolletas eléctricas.

Hacia el año 2004 el establecimiento Battle Creek Lifestyle Health Center en los EE.UU. se alzaba como un fiel descendiente de los procedimientos holísticos del Dr. Kellogg. La clientela que accedía a ellos solía tener problemas de toxicidad por metales pesados, principalmente por mercurio debido a la presencia de amalgamas en sus bocas por trabajos dentales realizados en el pasado. Otros pacientes presentaban variadas condiciones tales como lupus eritematoso, enfermedades coronarias, diabetes, obesidad y psoriasis.

El establecimiento terapéutico aún utiliza algunos de los saunas originales del Dr. Kellogg tipo cabina con ampolletas, así como también del tipo vapor, con o sin agregado de ozono. 

FIGURA 2. Dr. John Harvey Kellogg

LAFAYETTE RONALD HUBBARD (1911-1986)1, 3, 4

Más conocido como L. Ron Hubbard, llevó a cabo algunas de las más importantes investigaciones en materia de eliminación de toxinas desde el organismo en conjunto con especialistas de la United States Environmental Protection Agency – EPA, símil de nuestro Ministerio de Medio Ambiente. Su destacable trabajo de detoxificación con terapia de sauna casi no ha recibido el reconocimiento que debería.

Sus estudios clínicos realizados en el marco de la aplicación de su programa de sauna incluyeron detoxificación de radioactividad con personas expuestas a lluvia radiactiva y residuos atómicos, PBB (bifenilos polibrominados), PCB (bifenilos policlorados), drogas prohibidas como el LSD y otras sustancias.

FIGURA 3. L. Ron Hubbard.

DR. DAVID ROOT (1936 – )1, 4

El Dr. Root, médico especialista en medicina ocupacional y salud pública, y coronel retirado de la Fuerza Aérea de los EE.UU., es uno de los especialistas que adoptó el programa de detoxificación de L. Ron Hubbard y escribió importantes publicaciones al efecto.

Su programa, respetando los postulados de L. Ron Hubbard, incluye tiempos determinados de terapia de sauna para la detoxificación y ejercicio previo, entre otros aspectos. El Dr. Root señala que a veces la cantidad de toxinas que salen del cuerpo es tan elevada que las toallas en contacto con el paciente se manchan de color negro.

Es sorprendente la cantidad de padecimientos que pueden responder positivamente a la terapia de sauna. Enfermedades que inicialmente no podrían haber sido asociadas a sustancias tóxicas, pueden amainar o desaparecer frente a esta terapia, dice la Dra. Sylver, antes citada.

El Dr. Root por su parte, señala que de los tres pacientes con esclerosis múltiple que él había tratado hacia el 2004, dos habían sido expuestos a agentes químicos y evidenciaron una reducción significativa de los síntomas después de la terapia de detoxificación, haciendo notar que en algunos casos dicha patología es gatillada o agravada por la exposición a sustancias tóxicas.

CONSIDERACIONES FISIOLÓGICAS DE LA SUDORACIÓN PARA LA DETOXIFICACIÓN1

Sudar es esencial para la vida, sino sudamos, enfermamos y morimos.

Hay aproximadamente 2,5 millones de glándulas sudoríparas en una persona promedio. La sudoración desempeña varias funciones importantes en el cuerpo: elimina el exceso de agua, permite eliminar el calor en exceso y es una destacable vía de eliminación de material metabólico residual y de toxinas exógenas.

Muchas personas saben que sudar les permite eliminar agua y calor, pero pocos saben que es una vía eficiente para la eliminación de sustancias tóxicas. Sin embargo, dicha eliminación está ligada al funcionamiento del sistema linfático, circulatorio, respiratorio, tracto urinario e hígado.

A través de los riñones, colon y pulmones, la persona elimina la mayoría del agua residual en el cuerpo, dejando sólo el 10% para que sea eliminada normalmente por la piel vía sudor, sin embargo, a través de la terapia de sauna, es posible aumentar la eliminación en hasta un 30%. De ahí que a la piel a veces se le llama el tercer riñón.

BENEFICIOS DE LA TERAPIA DE SAUNA1

  • Detoxificación a través de la eliminación de sustancias químicas orgánicas e inorgánicas por medio de la sudoración.
  • Debido a que en la terapia de sauna la sangre se concentra en la piel, dilatando los vasos sanguíneos, esto descongestiona el resto del cuerpo, llevando alivio a órganos en particular que pudiesen estar inflamados como un hígado congestionado, un bazo hinchado, pulmones hiperémicos (con demasiada irrigación sanguínea), intestinos irritados e incluso médula espinal congestionada.
  • Ayuda a equilibrar el pH del organismo, favoreciendo su alcalinización.
  • Pérdida de peso debido al consumo de calorías. Cabe señalar que la pérdida de peso en cuestión no está referida a la pérdida de agua porque de hecho ésta debe ser repuesta al organismo como parte de las indicaciones a tomar en consideración. La pérdida de peso está referida a la quema de calorías que varían desde las 200-300 calorías y hasta cerca de 2.000 calorías según la persona y la intensidad terapéutica del protocolo. Debemos considerar que la sudoración es parte de un complejo proceso termorregulador en el cuerpo que involucra no sólo la pérdida de agua a través de los poros de la piel, sino también incremento en la tasa cardíaca y de la tasa metabólica, que conllevan un aumento en el consumo de energía. Técnicamente hablando, la pérdida de un gramo de sudor quema 0,586 kcal.
  • Incremento de los glóbulos blancos (sistema inmunológico) durante los ciclos de calor, lo cual permanece por varias horas posterior a la sesión de sauna. Vale decir, hay una potenciación del sistema inmune.
  • El alza de la temperatura corporal (fiebre) produce la destrucción o inhabilitación de ciertos patógenos.
  • El aumento del calor destruye las células cancerígenas, señla el Dr. Jeffrey Freeman, fundador del Europe Institute of Integrated Medicine.

La terapia de sauna para la detoxificación fue utilizada por el Dr. David Root con más de 1.000 rescatistas y policías afectados durante las labores de salvamento producto de los atentados acaecidos el 11 de septiembre del 2001 en Nueva York, EE.UU., los cuales fueron expuestos a una multiplicidad de toxinas de todo tipo y posteriormente comenzaron a manifestar una variedad de síntomas. Vea el siguiente video de cinco minutos con dicha experiencia:

RERERENCIAS

1. Nenah Sylver. 2004. “The Holistic Handbook of Sauna Therapy”. The Center for Frequency.

2. John H. Kellogg. 1880. “Diphtheria: Its Nature, Causes, Prevention and Proper Treatment”. Good Health Publishing Company; Third Edition.

3. L. Ron Hubbard. 2002. “Clear Body Clear Mind: The Effective Purification Program”. Bridge Publications, Inc.

4. David E. Root y Gerald T. Lionelli. 1987. “Excretion of a lipophilic toxicant through the sebaceous glands: a case report”. J. Toxicol.  –  Cut. & Ocular Toxicol. 6(1), 1