Terapéutica vibracional

“La verdad es incuestionable. La malicia puede atacarla, la ignorancia puede burlarse de ella, pero al final, la verdad siempre está ahí”.

Winston Churchill

En los últimos 100 años, varios hombres y mujeres han contribuido con sus inventos, talento y búsqueda incansable por aportar con modalidades no-invasivas para superar o al menos ayudar a sobrellevar las enfermedades que afligen a la humanidad. Por tiempo y espacio no se ha podido citar a todos, sin embargo, el texto a continuación da cuenta de una muestra bastante representativa en términos de contar la historia de la terapia de frecuencias, o quizá deberíamos decir vibracional, a través de citar a los personajes que dejaron tras de sí un fructífero legado, desconocido hasta ahora por la mayoría de la gente, aspecto que a partir de ahora, sin duda comenzará a cambiar. Entremos en materia.

ROYAL R. RIFE1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

Royal Rife nace en Nebraska en 1888. En 1912 se muda a San Diego, California, y contrae matrimonio con Mamie Ah Quin, una dama de ascendencia China-Estadounidense. Debido a que en esos tiempos era ilegal para los caucásicos casarse con quienes no lo eran, Royal y Mamie probablemente se casaron al otro lado de la frontera, en Tijuana, México.

Los recién casados Rife se mudaron a la finca del acaudalado empresario H.H. Timken quien contrató a Rife como su chofer y mecánico de sus automóviles. Timken rápidamente reconoció que Rife no era un empleado corriente. Un dotado músico y artista, Rife se había educado en los campos de la óptica, electrónica, biología y química. En su vida, Rife es conocido por haber diseñado y construido muchos instrumentos de investigación médica, industriales, bélicos e incluso navales.

Una de las invenciones de Rife fue un sofisticado instrumento de rayos-X que Timken usaba para examinar la línea de producción de rodamientos, que era su rubro empresarial. Hacia 1920, el instrumento detectó fracturas en el acero que eran imperceptibles a simple vista, y que estaba siendo usado en la fabricación de los rodamientos. Esto le ahorró al empleador de Rife cientos de miles de dólares.

Después de eso, Rife comenzó a pasar más tiempo en su laboratorio que había sido financiado por Timken y otros acaudalados personajes de la época. Fue en este laboratorio en donde Rife creó algunos de sus más sobresalientes inventos ópticos.

Insatisfecho por el nivel de la microscopía de ese entonces que le permitiera estudiar con mayor precisión el comportamiento de los gérmenes, estaba decidido a crear algo mejor. Así fue como la invención del primero de sus instrumentos catapultó a Rife a la escena pública cuando en la década de 1920 construyó el primero de cinco poderosos microscopios que era lejos superior en aumento y resolución a los existentes en aquella época.

El más poderoso y celebrado de sus instrumentos ópticos, construido en 1933, llegó a ser conocido como el Microscopio Universal. Pesaba cerca de 90 kilos y estaba compuesto por 5.682 partes. Tenía un poder de magnificación de cerca de 60.000 veces con una resolución de 31.000. El instrumento tenía características de diseño únicas. El sistema óptico de lentes y prismas así como las unidades de iluminación estaban hechas de bloques de cristal de cuarzo. En él se podían observar con facilidad formas vivientes pseudovirales denominadas filtrables en las investigaciones de aquella época, toda vez que, hechas pasar por filtros especiales, sólo lograban traspasar formas de vida mucho más pequeñas que las bacterias.

El fundamento detrás del concepto técnico por el cual el microscopio funcionaba era que el instrumento era capaz de alcanzar vibracionalmente hablando las tonalidades (frecuencias) que naturalmente emitían los patógenos de cualquier naturaleza, y al entrar en resonancia el haz lumínico del microscopio con el color emitido por los patógenos, éstos se hacían visibles bajo el lente. En resumidas cuentas, el método de iluminación de Rife era extraordinario. El patógeno del tifus, una bacteria, se observaba en un color turquesa brillante y la forma pseudoviral asociada al cáncer de tipo carcinoma que Rife había descubierto, se apreciaba en un color rojo-púrpura, y así para una variedad de formas patogénicas observadas bajo el instrumento.

Cabe agregar que he preferido referirme a la forma filtrable de los microorganismos como pseudoviral, a pesar que en el ámbito de las investigaciones Rife, por lo demás estrechamente ligadas al pleomorfismo, se le llama derechamente virus a estas formas microscópicas vivas, más pequeñas que las bacterias.

Volviendo al Microscopio Universal, cuando se ajustaba a su valor mínimo de magnificación (31.000 veces), el instrumento sobrepasaba lejos los mejores microscopios de luz de la época que usaban sistemas de iluminación convencional tales como el microscopio Zeiss de campo oscuro e inmersión en aceite. Por su parte el microscopio electrónico aunque puede magnificar imágenes hasta 1 millón de veces, tiene la desventaja que al funcionar bombardeando con electrones la muestra en una condición de vacío, ningún espécimen vivo puede permanecer viable. Matar un microorganismo en el momento o entes de verlo, no permitirá apreciar información vital al verlo en su estado natural. Esto era lo que sí permitía el Microscopio Universal.

Habiendo desarrollado un instrumento óptico de alto desempeño, el siguiente paso era encontrar una manera de destruir o desvitalizar microorganismos patógenos causantes de diversas enfermedades, incluso aquellos relacionados con el cáncer, pero para hacerlo, la manera sería “atacándolos” con frecuencias específicas que al entrar en resonancia con determinadas estructuras químicas de cada agente patógeno, lograrían matarlos o inactivarlos. Aquello era factible de ser investigado porque bajo el microscopio de Rife, junto al gran aumento y resolución, era posible apreciar los microorganismos en su estado vivo. De esta forma y en un trabajo tedioso en donde cada frecuencia debía ser probada una a una, a lo largo de algunos años fueron identificadas cerca de una cincuentena de frecuencias resonantes que eran capaces de destruir o desvitalizar el mismo número de agentes patógenos.

Cabe señalar que frecuencia significa cantidad de veces por segundo, vale decir, la cantidad de veces por segundo que se expresa el pulso electromagnético emitido por los instrumentos de Rife.

Así, con el tiempo, fueron encontrándose las frecuencias que eran capaces de destruir a diversos patógenos tales como la tuberculosis, el tifus, staphylococcus, lepra e incluso aquellas extrañas formas pseudo-virales asociadas al cáncer pero que cambiaban de forma conforme la condición patológica del paciente avanzaba.

Rife comprendía la importancia del pleomorfismo, que significa que los microorganismos varían en forma, tamaño y naturaleza en términos patológicos, dependiendo de la condición del organismo afectado, en este caso, el paciente. A dicha condición de la persona, el brillante científico francés Pier Jackes Antoine Bechamp lo llamaría “terreno”, aunque erróneamente se suele otorgar a Louis Pasteur dicho concepto. En el link Pleomorfismo del botón HISTORIA de esta web, encontrará información sobre el pleomorfismo y acerca de quienes fueron realmente Louis Pasteur y Bechamp.

No es la bacteria en sí misma la que produce la enfermedad”, enfatizaba Rife, agregando que él y sus colegas creían que los constituyentes químicos de los microorganismos interactuando con un metabolismo celular desbalanceado en el cuerpo humano es lo que en realidad produce la enfermedad. “Nosotros también creemos”, él decía, “que si el metabolismo de una persona está perfectamente balanceado, no es susceptible de enfermarse”, en la misma línea de lo que Bechamp había descubierto y dicho hacía muchos años antes en su laboratorio en Francia. Muchos reputados hombres de ciencia y reconocidos médicos acompañaron a Rife en sus avances, descubrimientos e inventos, tales como el Dr. Arthur I. Kendall (Ph.D.), bacteriólogo, investigador y Decano de la Escuela de Medicina de la Northwestern University en Illinois, Estados Unidos, entre otras importantes posiciones que sostuvo en su carrera.

Otro personaje fue el Dr. Milbank Johnson, un distinguido e influyente médico en el estado de Califormia, quien el 20 de noviembre de 1931 ofreció un banquete en su casa de Pasadena (California), en honor a Rife y Kendall, de manera que la comunidad médica pudiese aprender de la creciente información acerca del pleomorfismo que estos hombres estaban acaparando. Entre los cerca de 30 invitados, estaban los más prominentes médicos, bacteriólogos y patólogos de los Estados Unidos de aquella época.

Al mismo tiempo, entre las décadas de 1930 y 1940, se publicaron en prensa local más de 100 artículos acerca del Microscopio Universal.

De acuerdo a Gerry Vassilatos8 los microscopios de Rife fueron adquiridos por prestigiosas instituciones de investigación tales como la escuela de medicina de la Northwestern University, la Fundación Mayo y el Laboratorio Británico de Medicina Tropical. Se estudiaron muchos especímenes patogénicos, entre ellos cultivos activos de la poliomielitis, lográndose aislar el virus, identificarlo y fotografiarlo en 1932 por Rife y Kendall. En estos cultivos la dupla reconoció la forma bacteriana del Streptococcus y otra móvil en una tonalidad azulada que se parecía al agente patológico del tifus. Estos hallazgos fueron comunicados y duplicados por el Dr. Edward C. Rosenow de la Fundación Mayo. El Dr. Karl Meyer, Director de la Fundación Hooper para la Investigación Médica perteneciente a la Universidad de California, se acercó al laboratorio de investigación de Rife junto al Dr. Milbank Johnson, quienes pudieron examinar y corroborar los resultados.

Usando receptores regenerativos marca Kennedy y un tubo de vidrio conteniendo un gas inerte, como helio o argón, como accesorio final para la emisión de frecuencias por medios electromagnéticos, en 1934, con el apoyo del Dr. Milbank Johnson y la participación de una comisión formada por médicos ligados a la Universidad de California, se llevó a cabo un primer estudio clínico con cerca de 16 pacientes enfermos en su mayoría de cáncer y unos pocos de tuberculosis. El estudio resultó favorable, publicándose en los antecedentes al efecto el caso particular de un hombre que manifestó una sorprendente sanación. Esta es la experiencia clínica que se suele citar por excelencia por parte de aquellos proponentes de la terapia de frecuencias y particularmente ligada al nombre de Royal Rife, sin embargo, sin quitar mérito en absoluto a los grandes beneficios que puede entregar esta terapia, la experiencia de 1934 debe ser analizada y mirada con altura de miras, para lo cual es bueno sumergirse en detalle en los libros y archivos que detallan toda la historia de Royal Rife y su vida, y que Ud. encontrará al final de este capítulo en las referencias documentales.

En mi experiencia, he podido apreciar los beneficios que esta terapia puede entregar, incluso en patologías tan serias como un cáncer, pero el camino puede ser corto o largo, según una diversidad de factores.

La emisión electromagnética es la que portaba las frecuencias que Rife pasaba a los enfermos apuntando a un patógeno en particular, pero los investigadores que con posterioridad han adoptado y estudiado este conocimiento, señalan que otros tipos de energía también podrían estar presente en los efectos logrados, tales como energía fotónica en su forma de emisión infrarroja y energía escalar.

De los pacientes oncológicos tratados en el estudio clínico de 1934, aparentemente algunos entraron en remisión, toda vez que las muestras de tejido y fluido (biopsias) enviadas al patólogo Alvin Foord del Pasadena General Hospital fueron informadas como libres de todo rastro de cáncer. Sin embargo, en 1935 el Dr. Johnson informaba que un paciente oncológico que había participado del estudio clínico había vuelto a él  con su tumor original en el rostro.

Era entonces necesario realizar nuevos estudios clínicos. Después del primero, le siguieron dos estudios más, en 1935 y 1936, financiados por el propio Dr. Milbank Johnson, al igual que el primero.

Es posible que el involucramiento del Dr. Johnson en los estudios de Royal Rife y los ensayos clínicos con pacientes, se debiese a que su primera esposa falleció de cáncer en 1920 y sufrió además una infección por Streptococcus sp. posterior a un tratamiento de radioterapia. Cual fuera la razón, Johnson destacaba por su naturaleza humanitaria.

El segundo estudio clínico se llevó a cabo en noviembre de 1935 en el Santa Fe Hospital de Los Angeles, y el tercero en septiembre de 1936 en el hogar de adultos mayores Pasedena Home for the Aged. Este último estudio se enfocó en el tratamiento de cataratas y sus resultados fueron sorprendentes: 30 de 31 pacientes recuperaron por completo su visión después de los tratamientos con la terapia de frecuencias, de acuerdo a lo informado por el Dr. Johnson.

En 1935 se había sumado al trabajo de Royal Rife el ingeniero electrónico Philip Hoyland, el cual fue presentado a Rife por el Dr. Johnson. Debido a que la configuración de instrumentos de Rife funcionaba pero era compleja y aparatosa, la tarea de Hoyland era diseñar un equipo compacto y portable, y de más fácil manejo a la hora de sintonizar las frecuencias, pero respetando el funcionamiento y el entramado electrónico originalmente concebido por Rife. Este instrumento que se conoció como el Ray Rife #4 fue el usado en el estudio clínico de 1936, el tercero de la saga.

Algunas de las personas que trabajaron con Rife en su laboratorio administrando terapia en sus propios ensayos clínicos, o que trataban a su clientela con el instrumento de frecuencias de Rife, estaban entre los más prominentes y destacados profesionales en los Estados Unidos. Como una manera de destacar el entusiasmo e interés que rodeaba a Rife y su trabajo, a continuación se mencionan algunos personajes que participaron del trabajo de Rife: Agnes Bering (quien trabajó con Rife en su laboratorio desde 1915 a 1946); T.O. Burger, MD; E.F.F. Copp, MD; James B. Couche, MD (farmacólogo, médico y cirujano); Ben Cullen; George Dock, MD (Profesor de medicina en la Universidad de Tulane); C. Fischer, MD (Hospital de Niños de New York); Alvin G. Foord, MD (patólogo del Pasadena General Hospital, quien además fuera Presidente de la Sociedad Estadounidense de Patólogos); Oscar C. Gruner, MD (patólogo, Comité Archibald para la investigación en Cáncer, Universidad McGill, Canada); Richard T. Hamer, MD; Joseph Heitger, MD (oftalmólogo y buen amigo de Johnson); Arthur I. Kendall, PhD (inventor del medio de cultivo K y observador del pleomorfismo en los patógenos); su hija Alice Kendall (quien ayudaba a Rife en el laboratorio); Royal Lee, PhD (un inventor de equipamiento espectrográfico, y quien desarrolló suplementos integrales que son vendidos hasta el día de hoy por la compañía que él mismo fundó); Ray Lounsberry, MD; Karl Meyer, MD (patólogo y Director de la Fundación Hooper para la Investigación Médica de la Universidad de California en San Francisco); Waylen Morrison, MD (Cirujano Jefe del Ferrocarril de Santa Fe); Edward C. Rosenow, MD, ScD, LLD (quien había observado el pleomorfismo en los microbios y era miembro del staff de la Clínica Mayo); Henry Seiner (quien había sido entrenado en microscopía por Royal Rife y enviado a Inglaterra para hacer demostraciones de visualización de virus en el microscopio); Verne Thompson, (experto en electrónica); Ernest Lynwood Walker, BAS, ScD; and Arthur W. Yale, MD (Director de la Fundación Yale en San Diego). Adicionalmente, W.D. Coolidge y Charles P. Steinmetz de General Electric suministraban a Rife cientos de tubos amplificadores de vacío que eran fabricados de acuerdo a las especificaciones de Rife.

Por ese entonces, tanto en Estados Unidos como en Europa otros médicos estaban administrando la terapia de Rife privadamente a sus pacientes. Numerosos microorganismos patógenos estaban siendo muertos o desvitalizados, entre ellos Bacillus anthracis, Eschericia coli (llamada Bacillus coli por ese entonces), Staphylococcus, Streptococcus y Treponema pallidum. Personas se recuperaban de cánceres de tipo sarcoma, carcinoma, lepra, tuberculosis, tifus, tétano, gonorrea, neumonía y otros padecimientos.

Rife escribía:

Vi casos de cáncer y tuberculosis completamente recuperados. Vi al hermano del Dr. Couche que había viajado de Inglaterra para ser tratado con los instrumentos de frecuencia. Padecía de una condición en los senos paranasales con un marcado drenaje. Recuperó su salud luego de ser tratado por tres semanas por el Dr. Couche.

También vi a un niño mexicano que tenía osteomielitis (inflamación del hueso de origen infeccioso) el cual fue curado por el Dr. Couche. También pude observar como el Dr. Couche trató a un paciente con tuberculosis de nombre George Lemm quien se recuperó por completo9.

Es del caso mencionar que Rife también descubrió que dada su naturaleza pleomórfica, el patógeno de la tuberculosis debía necesariamente ser atacado con dos frecuencias distintas, cada una de las cuales afectaba a una diferente forma pleomórfica del patógeno. Destruir sólo una, haría que la enfermedad regresara. Después de este éxito, entre los años 1936 y 1939, Royal Rife formó la empresa Beam Rays Corporation para fabricar y comercializar sus instrumentos, y para ello, hizo sociedad con su ingeniero Philip Hoyland otorgándole, inexplicablemente, la posesión mayoritaria a éste, error que más tarde le costaría caro. En este periodo se diseñó también el último modelo de sus instrumentos de frecuencias, conocido como el Rife Ray #5. Sólo 14 instrumentos de este modelo alcanzaron a ser construidos. Los tiempos de reconocimiento y bonanza estaban a punto de llegar a su fin cuando el inventor fue atacado desde diferentes flancos.

El Presidente de la American Medical Association (AMA), Morris Fishbein, un personaje de dudosa ética, fue el artífice de los ataques a Rife.

La Sociedad Médica de Illinois, que siempre había criticado los actos reñidos con la ética de la AMA, declaraba en la edición de diciembre de 1922 del Illinois Medical Journal:

La AMA es actualmente una organización de un sólo hombre. Toda la profesión médica en los Estado Unidos, en lo que concierne a su organización, está a merced de un sólo hombre y una junta directiva subordinada a él10.

Las pocas voces que se alzaron en su contra no pudieron detenerlo, y sólo fue removido de su cargo en una convención de la AMA en 1949, pero no antes de haber infligido mucho daño.

La evidencia existente apunta a que la AMA representada por Fishbein, jugó un rol clave en los ataques a Rife y su declinación, mediante la acción de agentes organizados para robar su trabajo, socavar la empresa recién formada y detener la producción de las unidades de frecuencia.

Su estrategia era comprar inventos, drogas o dispositivos médicos con la finalidad de lucrar, o si dichas invenciones competían con productos de empresas rentables ya establecidas, la intención era comprar para suprimir. Este era el modus operandi de Fishbein. “Es difícil encontrar información sobre Morris Fishbein que no lo condene”, escribe la autora Nenah Sylver (Ph.D.)11.

Cuando Fishbein se entera de Rife y sus inventos, despachó a un par de sus agentes para intentar comprar Beam Rays Corporation, oferta que fue rechazada por la firma. 

Luego de eso los representantes de Fishbein sobornaron a Philip Hoyland con US$ 10.000 y le financiaron un abogado de elevados honorarios para demandar artificialmente a la empresa e intentar apropiarse de ella12.

El proceso judicial fue duro e intenso. Al final Rife lo ganó, pero para entonces los abultados gastos en abogados y costos del proceso tenían a Rife y a Beam Ray Corporation en la quiebr. El estrés del juicio y particularmente el miedo a ser puesto en el estrado hicieron que Rife comenzara su afinidad por la bebida, pero terminado el juicio, no pudo dejarla y el dañino hábito lo acompañó hasta sus últimos días.

Hacia comienzos de 1940, Rife fue secundado por un nuevo especialista en electrónica, Verne Thompson, con el objetivo de rediseñar las unidades, pero la tormenta de ataques no cesaría. La AMA extendió su influencia y brazo legal para instruir que ningún miembro de las sociedades médicas estatales usaran o mantuvieran en su poder los instrumentos emisores de frecuencias que Royal Rife había inventado, bajo amenaza de perder su licencia médica; exponiéndose además a que las unidades fuesen confiscadas y destruidas por orden del tribunal federal, además de penalidades en multas y encarcelamiento. Y la AMA cumplió su amenaza.

Sin embargo, hubo dos médicos, el Dr. James B. Couche y el Dr. Yale, que rechazaron deshacerse de sus instrumentos y los continuaron usando por 22 años para sanar a sus pacientes con los instrumentos que mantuvieron en secreto13.

Las amenazas y la intimidación son tácticas clave utilizadas para obligar a las personas a someterse. Sin embargo, también es necesario alterar el registro histórico para evitar que el público se dé cuenta de que los tiempos alguna vez fueron diferentes o mejores. Con sus recuerdos tergiversados o derechamente borrados, las personas tienden a permanecer sumisas y complacientes. Esto explica los intentos orquestados de erosionar la historia.

Las acciones de Fishbein eran demasiado notorias. El nombre de Rife no debía figurar en publicación ni registro alguno, de manera que si en el futuro alguien llegase a escuchar de sus proezas en materia médica, quedara la impresión de que todo fue sólo un mito.

El periodista Barry Lynes, autor de la historia de Royal Rife y sus inventos, detalla en su libro de 1987 que 20 años después de la histórica cena de 1931 en honor a Kendall y Rife, algunos de los asistentes negaron que el Microscopio Universal hubiese funcionado, o que hubiesen estado presentes en dicha cena, o que hubiesen conocido a Rife. Considerando que algunos de estos profesionales fueron públicamente citados en periódicos y revistas por haber trabajado con Rife, y que la fotografía de los asistentes al banquete había sido públicamente distribuida, sus negaciones parecen asombrosas, sin embargo, esto ilustra el grado de intimidación a que fueron sometidos.

Arthur Kendall que junto a Rife había aislado y observado las características pleomórficas del bacilo que produce el tifus, y que posteriormente publicó un paper con tales descubrimientos, escribió al Departamento de Salud Pública de California en 1942, que su contacto con Rife había sido muy limitado.

Por su parte el patólogo Alvin Foord del Pasadena General Hospital, quien hizo los análisis anatomo-patológicos (observar las muestras de tejido o biopsias bajo el microscopio) de los pacientes del estudio clínico de 1934 para el Dr. Johnson, más tarde negó haber participado en dicho estudio con pacientes.

Con el apoyo de los patrocinadores de Fishbein, la American Medical Asociation, orientada alopáticamente, la American Cancer Society y el Memorial Sloan-Kettering Cancer Institute en Nueva York, se inició un ataque público y altamente organizado para enlodar el trabajo de Rife y sus colegas. Sloan-Kettering especializado entonces como ahora en el tratamiento del cáncer con radiación y quimioterapia, tenía y sigue teniendo vínculos administrativos con la American Cancer Society. Los ejecutivos de la Rockefeller Foundation, que eran amigos de los principales ejecutivos de la AMA, también denunciaron a Rife y su tecnología. Prácticamente toda la “estructura” que atacó a Rife era parcialmente financiada o estaba conectada con la industria farmacéutica.

Se llevaron a cabo reuniones organizadas en las que médicos que nunca habían observado microorganismos en el Microscopio Universal condenasen la investigación de Rife, la terapia de frecuencias y los médicos que utilizaban la tecnología. Los partidarios de Rife fueron atacados por la prensa, intimidados profesional y personalmente, y amenazados con la pérdida de sus licencias para practicar la medicina. El laboratorio de Royal Rife fue allanado. Se robaron fotografías, registros médicos, informes, piezas del Microscopio Universal y otros valiosos equipos. La producción en masa de los instrumentos ya no era posible.

Hacia la segunda mitad de la década de 1940 la publicidad positiva hacia Rife había desaparecido.

Por su parte, las publicaciones que contenían artículos sobre el Microscopio Universal estaban desapareciendo de los archivos y bibliotecas. En 1986, Steve Ross, de la World Research Foundation, señalaba que no pudo encontrar referencia alguna en los EE.UU. de Rife y su microscopio en ninguna de las 350 bases de datos electrónicas que la organización estaba usando en ese momento14.

Para quienes piensan que seguramente habrían oído hablar de Rife y sus invenciones si hubiesen sido tan buenas, deberían poner atención en los métodos utilizados para reprimir su trabajo. Si los partidarios de Rife pudieron ser presionados lo suficiente para retirar su apoyo y respaldo financiero, e incluso negar conocerlo, imagínense lo que el público en general, sin experiencia ni conocimiento sobre el particular podía ser inducido a pensar.

En octubre de 1944, ocurrió otro hecho trágico. Justo antes de cumplir 73 años, fallece el Dr. Milbank Johnson. La causa de muerte fue una “ruptura de corazón” de acuerdo al informe firmado por un señor de nombre Dave Felt. Si bien ambos habían perdido el contacto hace algunos años producto de la tormenta acaecida, la pérdida de Johnson para Rife supuso no contar con su principal pivote y la unión con un pasado mejor.

La autora Nenah Sylver (2011) señala: “Simplemente había demasiado dinero invertido en fármacos y sus negocios asociados (servicios médicos, hospitalarios, anestesiología, suministros quirúrgicos) para permitir que una modalidad efectiva y no-invasiva fuera ampliamente utilizada.

Si el Microscopio Universal era capaz de mostrar claramente la respuesta de los microorganismos a su entorno, sería bastante fácil probar si los instrumentos de frecuencias de Rife funcionaban o no. Y si la terapia de frecuencia funcionaba, los costosos medicamentos y otros tratamientos alopáticos podrían volverse menos necesarios o incluso obsoletos. La forma lógica de re-equilibrar un organismo enfermo sería a través de cambios en la alimentación y en el estilo de vida, volviéndose a lo natural y holístico, en lugar de la ingestión de nocivos medicamentos. Y luego, la medicina alopática podría ser rechazada como la principal, o la única modalidad de curación”.

Para ser justos, no todos en la comunidad médica que se oponían a Rife estaban motivados por la codicia. Un número no menor de médicos tenían problemas en aceptar el hecho que los microbios podían verse vivos en el Microscopio Universal, porque nunca se había hecho antes. Vivo también significaba que estas minúsculas criaturas podían hacer cosas asombrosas, como cambiar de forma, tamaño, función e incluso virulencia. Si los microbios podían transformarse y su transformación estaba basada en el “terreno” en el cual ellos vivían, esto no hacía más que poner la responsabilidad de la sanación en manos del paciente.

Todo esto significaba que las preciadas creencias eran inválidas, y vaya que había datos duros que contradecían dichas creencias. Para aquellos cuyas identidades estaban basadas en ciertos dogmas, el pleomorfismo no sólo parecía como ciencia ficción, sino que amenazaba su sentido de identidad.

Unos pocos médicos sabían, o habían oído de colegas quienes habían mirado a través del Microscopio Universal, y habían visto lo mismo que Rife y Kendall vieron, pero aun así eran escépticos. Ahora bien, es comprensible si alguien no puede aceptar información de segunda mano aunque venga de destacados colegas o científicos, después de todo la evidencia empírica es mucho más convincente y más científica. Sin embargo, es difícil de entender el miedo de los investigadores y médicos que rechazaron mirar a través del microscopio. Podría pensarse que ellos querrían en sus manos todas las herramientas y conocimiento disponibles para ayudar al universo de personas que decían que intentaban ayudar producto de sus enfermedades.

Pero había incluso otro grupo de profesionales, aquellos que miraron a través del microscopio y no veían los microbios. ¿Cómo es posible? Barry Lynes hace una analogía en su libro antes citado, entre la incapacidad de ver y la reacción de los nativos de Tierra de Fuego cuando el explorador portugués Fernando de Magallanes entró por primera vez en el estrecho que hoy lleva su nombre:

Cuando la expedición de Magallanes llegó por primera vez a Tierra del Fuego, los nativos fueguinos de la cultura de la canoa que por siglos habían vivido naturalmente aislados del resto del mundo, fueron incapaces de ver los barcos anclados en la bahía. Las grandes embarcaciones estaban mucho más allá de su experiencia cotidiana; las cuales a pesar de ser lo suficientemente grandes no lograban manifestarse para ellos en el horizonte, las naves eran “invisibles” antes sus ojos. Fue sólo en expediciones posteriores al lugar en donde un shaman hizo un llamado de atención a los pobladores diciéndoles que habían arribado algunos forasteros en una cosa rara que, aunque pareciese más allá de sus creencias, si se miraba con atención podía ser visto.”

Para el autor Gerry Vassilatos (ver referencias al final), otros de los conocedores de la historia de Royal Rife, fue también la compañía RCA, fabricante del microscopio electrónico, quien jugó un rol importante en el enlodamiento y supresión del trabajo de Rife. Lo veían como una competencia indeseable.

Para este genio, haber caído desde una posición donde era respetado y alabado a ser ridiculizado e ignorado, sin mencionar el hecho de haber sido traicionado por sus amigos y ver décadas de trabajo robado y destruido, era más de lo que podía soportar. Hacia 1950 bebía a diario, y aunque todavía llevaba a cabo algunos experimentos, escribía y era contactado por profesionales y unos pocos amigos, ya no estaban presentes las bases fundamentales de su trabajo.

Más tarde, en octubre de 1957 otro evento traumático golpea su vida, fallece su esposa Mamie.

Antes de ello, en 1953, cuando Rife estaba vendiendo pieza por pieza sus instrumentos para poder alimentarse, conoció a dos especialistas en electrónica: John Marsh y John Crane. La esposa de Marsh padecía cáncer terminal y fue tratada y curada con un viejo instrumento de frecuencias de Rife que Marsh y Crane repararon. A partir de allí surgió una amistad entre estos tres hombres, los que posteriormente formaron una nueva compañía, Life Labs, en un nuevo y renovado intento para producir instrumentos de frecuencia. Para ello, contrataron a Verne Thompson el que diseñó un instrumento siguiendo las indicaciones fundamentalmente de Marsh y Crane, y utilizando los nuevos avances de la electrónica para la época. El nuevo aparato fue bautizado como AZ-58.

Tras bambalinas, una nueva tormenta se estaba cultivando. En 1958, Crane fue citado por el Departamento de Salud Pública del Estado de California en relación con el instrumento de frecuencias. Crane y Marsh habían enviado a testear el aparto a laboratorios independientes para acreditar favorablemente que el instrumento no emitía radiaciones dañinas.

Pese a todo, en 1961 el organismo gubernamental demandó judicialmente a Crane y Marsh por cargos de conducta médica indebida.

El abogado Bertrand Comparet cuenta en una entrevista de la década de 1970, la treta usada para atrapar a Crane y Marsh, que incluyó poner micrófonos escondidos bajo las ropas de las asesoras del hogar, y culpar injustamente a los hombres por la muerte de una mujer después de haber recibido una transfusión sanguínea, procedimiento absolutamente ajeno a la terapia de frecuencias.

Rife tenía por ese entonces 73 años y no estaba en condiciones de soportar otro juicio así que se estableció en México por un tiempo.

En el proceso judicial no fueron aceptadas declaraciones notariales de médicos, sus pacientes ni del propio Royal Rife en favor de los instrumentos y la terapia.

Cabe mencionar que Crane previamente había invitado a numerosas instituciones gubernamentales y organizaciones privadas a testear el instrumento AZ-58. Entre ellas estaba el United States Department of Health, Education and Welfare (Departamento de Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos); el National Research Council Committee on Growth (algo así como el Consejo Nacional de Investigación para el Desarrollo); la American Cancer Society (Sociedad Estadounidense del Cáncer); el Damon Runyon Fund (el Fondo Damon Runyon); Memorial Sloan-Kettering Cancer Institute (Instituto del Cáncer Sloan-Kettering); y el International Cancer Clinic (Clínica Internacional del Cáncer), pero ninguna manifestó interés.

La única opinión médica representada en el juicio provino de un médico a quien se le había dado un instrumento de frecuencias dos meses antes de su comparecencia y decidió que no servía, a pesar de haber admitido en la corte que nunca lo había probado o evaluado. Vaya declaración…

El jurado estaba compuesto por integrantes sin conocimientos médicos, excepto su presidente que era un médico alópata quien se oponía a la terapia de frecuencias.

La junta directiva de la AMA, por sobre el Director de Salud Pública, declaró el instrumento de frecuencias con el estatus de inseguro y se prohibió su presencia en el mercado. Tanto Marsh como Crane debieron cumplir tres años en prisión y fueron liberados en 1964, con órdenes de no volver a asociarse entre sí.

Justo antes de la encarcelación, Crane y Marsh diseñaron un instrumento de frecuencia que usaba electrodos de contacto directo sobre la piel en vez de un tubo con gas inerte, sobre la base que la electricidad en vez de la emanación electromagnética portaría las frecuencias y el beneficio de la terapia a las personas.

John Marsh continuó construyendo instrumentos del tipo tubo de plasma y electrodos de contacto hasta su muerte en 1987. Por su parte Royal Rife murió en 1971 y John Crane en 1995.

Los acotados esfuerzos comerciales de Crane y Marsh sirvieron para mantener viva la tecnología de frecuencias en favor de la salud. Afortunadamente la tecnología del rifeo no murió con ellos, y de a poco, en todos los lugares del mundo así como en Chile, ha comenzado a resurgir.

GEORGES LAKHOVSKY (1869-1942)15, 16, 17

Este ingeniero, científico e inventor de origen bieloruso y posteriormente nacionalizado francés, comenzó sus primeras investigaciones curativas con emisiones electromagnéticas inoculando en plantas de laboratorio una bacteria que produce crecimientos tumorales llamados agallas. Una vez obtenido el desarrollo del tumor, Lakhovsky las trataba con las emisiones electromagnéticas y el tumor se necrosaba y se desprendía inerte desde la planta, la cual a su vez no sufría ningún daño así como tampoco los investigadores. Por su parte en las plantas inoculadas no-tratadas, los tumores seguían desarrollándose llevando a la planta a una eventual muerte. Al instrumento utilizado, Lakhovsky lo llamó Radio-Célulo-Oscilador.

Para Lakhovsky, el cáncer en los animales y las personas, se produce a partir de células que han perdido su patrón vibracional normal. Su concepto terapéutico era simplemente restablecer el equilibrio vibratorio celular alterado por la enfermedad

Posteriormente Lakhovsky desarrollaría otro instrumento que operaba sobre la misma base de generación de ondas electromagnéticas y que fue conocido como el Oscilador de Ondas Múltiples. Los instrumentos fueron probados y utilizados con variedad de pacientes, en países como Francia, Italia, Estados Unidos y Uruguay, entre otros. Muchos pacientes recibieron los beneficios de la terapia no-invasiva para una diversidad de patologías, pudiendo ayudar incluso para casos de cáncer en términos curativos. El profesor y médico oncólogo del hospital San Spirito en Sasia, Roma, señalaba en el Congreso de Radiología de Florencia celebrado en mayo de 1928:

“Los casos citados, [en su mayoría oncológicos] que representan solamente el comienzo de la obra que queremos desarrollar, demuestran que el uso de los circuitos oscilanles Lakhovsky es verdaderamente eficaz. Cuando se piensa en la trágica fatalidad de los cancerosos, que se encaminan rápidamente hacia la muerte sufriendo dolores a veces imposibles de calmar por ningún medio y trastornos de todos los órganos, bien puede decirse que la atenuación de cualquier síntoma representa una fuente de beneficios para los pobres enfermos”.

A partir de su investigación y experiencia clínica con plantas y personas, Lakhovsky señalaba que toda intervención terapéutica debiera basarse en revertir el proceso que causa el desequilibrio vibracional en la célula originalmente sana,  reforzando el patrón oscilatorio de la célula mediante emisiones electromagnéticas que permitan restaurar la salud de los tejidos.

Lakohvski muere atropellado por un vehículo a los 73 años. La revista Discovery Salud en su artículo sobre Georges Lakhovsky en la edición N°154 de noviembre del 2012, señala: “una muerte que no habría levantado sospecha alguna si no hubiera sido porque repentinamente todos los osciladores desaparecieron de las consultas y hospitales, sus protocolos de investigación se ocultaron y sus archivos fueron destruidos”.

ANTOINE PRIORE (1912-1983)18, 19

Al otro lado del Atlántico, en Francia, el investigador de origen italiano Antoine Prioré, diseñó y construyó aparatosas máquinas de emisión electromagnética que eran producidas en un tubo de plasma conteniendo mercurio y gas neón.

Cabe mencionar que Le Chapellier y Matta (2014) en su reciente publicación técnico-científica del caso de un hombre que se curó de su cáncer de páncreas con emisiones electromagnéticas mediante un instrumento moderno y portátil utilizando un tubo de plasma para la emisión, se refiere a la máquina de Prioré como demasiado aparatosa, aunque desde luego, no creo que a las personas les interese mucho la envergadura de la máquina si es capaz de borrar todo rastro de cáncer de su cuerpo; pero desde luego, se entiende el contexto en el que dichos autores hacen el comentario en tiempos actuales, en donde es posible acceder a instrumentos pequeños, livianos y portátiles. Los inventos y posteriores experimentos de Prioré con animales de laboratorio fueron desarrollados en las décadas de 1960 y 1970 y financiados por el gobierno francés. Sus estudios lograron casi un 100% de curación de todo tipo de cánceres en animales de ensayo.

Varios de los experimentos tuvieron la participación de prestigiosos miembros de la Academia Francesa de Ciencias. Robert Courrier, jefe de la sección de biología de dicha organización, presentó personalmente los asombrosos resultados de los estudios en vivo con animales a la Academia Francesa.

Sin embargo, aparentemente el mundo científico no comprendió el funcionamiento de los instrumentos de Priore y se incomodaron con los asombrosos resultados.

Se dice que los hombres de ciencia requirieron de Priore que explicase en detalle cómo funcionaba dicha máquina y los conceptos científicos que subyacían en los efectos curativos logrados, pero no quiso o no pudo explicarlo.

Priore sabía construir y hacer funcionar el complejo entramado electrónico para obtener resultados, pero incluso hoy aún no están del todo claros con precisión los fenómenos que subyacen en el proceso curativo, pero sí se sabe desde la década de 1930, que funciona y no daña al ser humano. Más sobre esto en “Antecedentes Actuales”.

La configuración del instrumento que aparentemente funcionaba en muy altas radiofrecuencias con modulación, permitía una variada y simultánea emisión electromagnética desde el tubo de plasma, que afectaba nocivamente los cánceres en los animales de laboratorio pero no a ellos mismos. Hay quienes plantean hipotéticamente que unos de los conceptos detrás de la efectividad del tratamiento, era la “conjugación de fase” u ondas de tiempo-reverso, no-conocidas por el mundo occidental en ese entonces, aunque sí por la Unión Soviética.

Hacia 1974, habiéndose realizado ya muchos experimentos exitosos en animales, era tiempo de llevar a cabo ensayos clínicos con seres humanos, y justo en el momento en que esto iba a realizarse, el financiamiento cesó repentinamente y sus inventos nunca pudieron ser evaluados en personas.

STEVEN KAALI Y WILLIAM LYMAN20, 21, 22

En el otoño de 1990, dos investigadores médicos de la Escuela de Medicina Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva en Nueva York, los Dres. William Lyman y Steven Kaali, hicieron un importante descubrimiento. Encontraron que podían inactivar el virus VIH-SIDA aplicando una corriente de bajo voltaje y amperaje a muestras de sangre infectadas con el VIH-SIDA mantenidas en tubos de ensayo. Aplicando una minúscula cantidad de electricidad mediante electrodos de platino a las muestras de sangre infectadas, afectaban adversamente a prácticamente la totalidad de las partículas virales, pero sin dañar a las células sanguíneas normales. Las partículas virales no eran destruidas directamente por la corriente eléctrica, sino que afectaba la capa proteica externa del virus de tal manera que impide al virus producir la enzima transcriptasa reversa, necesaria para que el virus pueda invadir las células humanas de tipo linfocitos T y comandar el sistema de reproducción que yace en el ADN. Después de usar la célula T para reproducirse así mismo, la célula hospedera revienta liberando miles de nuevos virus VIH-SIDA en la sangre y el sistema linfático. Pero si el virus carece de transcriptasa reversa, no puede invadir ni reproducirse y se vuelve vulnerable a la destrucción por parte del sistema inmune.

Un breve anuncio de este descubrimiento apareció en el matutino “The Houston Post” el 20 de marzo de 1991, luego el 30 de marzo del mismo año en Science News y más tarde, en la página 14 de la edición de diciembre de 1992, en Longevity magazine.

Después de los descubrimientos realizados en 1990, Kaali y Lyman presentaron sus invenciones en el First International Symposium on Combination Therapies (Primer Simposio Internacional de Terapias Combinadas), celebrado en Washington D.C. el 14 de marzo de 1991, el cual se trataba de una conferencia sobre síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Kaali expuso dos métodos para tratar el SIDA con su reciente descubrimiento para desactivar el VIH con electricidad a bajo voltaje y amperaje. Un método consistía en remover una pequeña cantidad de sangre del cuerpo del paciente con VIH, electrificarla y luego retornarla al paciente.

El segundo método consistía en implantar un pequeño dispositivo electrificador junto con dos minúsculos electrodos directamente en el lumen de algún vaso sanguíneo. El dispositivo debía ser reemplazado cada 30-45 días debido a la formación de tejido cicatricial y calcificaciones en el sitio del implante lo cual podría llevar a un bloqueo arterial.

Kaali junto con el co-inventor Peter Schwolsky presentaron a registro la patente de este dispositivo electrificador para tratar el VIH el 16 de noviembre de 1990 y nueve meses más tarde, específicamente el 18 de agosto de 1992 les fue otorgada la patente bajo el N° de registro 5.139.684. Los detalles de la patente otorgada al dispositivo resultante de esta investigación pueden ser públicamente leídos en la página web oficial de la “United States Patent and Trademark Office – Department of Commerce” (Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos – Departamento de Comercio), en http://patft.uspto.gov/netahtml/PTO/srchnum.htm e ingresando en la barra de búsqueda el N° de patente antes señalado, sin puntos, aunque las comas en los separadores de miles sí son aceptados.

En relación con la inscripción de la patente, cabe destacar dos aspectos:

  1. Para obtener la patente de su invención ante la Oficina de Patentes de los Estados Unidos, Kaali y Schwolosky tenían que probar que el dispositivo funcionaba según ellos afirmaban. Sin pruebas suficientes la patente simplemente no sería otorgada por la respectiva agencia de gobierno de los EE.UU.
  2. Es frecuente que tome años obtener una patente, no obstante en este caso fue otorgada en sólo nueve meses, lo que podría respaldar el hecho de que las pruebas presentadas desde un principio por los investigadores eran lo suficientemente convincentes. El instrumento funcionaba.

Cabe agregar que más allá de las tres publicaciones señalas anteriormente y la conferencia de marzo de 1991, nada más volvió a aparecer en ningún medio de comunicación, sea escrito, radio o televisión a pesar de lo destacable de este descubrimiento para curar el VIH-SIDA, por lo que la mayoría de conocedores de estas tecnologías sienten que el invento de Kaali y Lyman fue intencionalmente suprimido después del simposio de marzo de 1991.

Ken Adachi señala que:

si la investigación sobre el VIH-SIDA hubiese estado en el nivel que le corresponde a una patología de esta naturaleza y no en la farsa en la que se encuentra realmente, este descubrimiento hubiese sido portada de los principales medios de comunicación en el mundo entero”. El mismo Adachi señala en su página web que hacia 1999 fue contactado por una mujer que padecía SIDA, quien había logrado comunicarse telefónicamente con el Dr. William Lyman. Entonces, ella le preguntó a Lyman acerca de los experimentos de electrificación de la sangre y si él o alguien más podría suministrarle el tratamiento, sin embargo, Lyman negó tener algún conocimiento al respecto o cualquier otro relacionado con la cura del VIH-SIDA, al mismo tiempo que le señaló que nunca había oído hablar de Kaali ni sabía de lo que ella estaba hablando al mencionar alguna cura del VIH-SIDA con electrificación, y colgó el teléfono.

BOB BECK23, 24

Aparentemente el físico estadounidense Robert C. Beck (1925-2002), más conocido como Bob Beck en el mundo de las terapias holísticas, fue uno de los primeros filántropos y curiosos en enterarse de las investigaciones de Kaali y Lyman, y aprovechando sus habilidades, durante la primera mitad de la década del 90’ diseñó su propio dispositivo para electrificar la sangre a partir de los detalles del invento publicados en el registro de la patente de Kaali y Schwolosky, pero su dispositivo, a diferencia del original, era práctico y utilizable por cualquiera. El aparato era externo, pequeño y los electrodos simplemente se disponían sobre la piel en el área de la muñeca. Bob Beck le dio al aparato su propia configuración electrónica en términos de tipo de onda, voltaje y uso de una frecuencia específica, de manera de vencer la resistencia de la piel al ingreso de la energía eléctrica al interior del cuerpo y la sangre.

A propósito, Bob Beck también era unos de los proponentes, así como tantos otros, del uso de la plata coloidal y agua ozonizada para combatir problemas de salud, y que sugería utilizar simultáneamente a la terapia de electrificación de la sangre.

Georges Lakhovsky así como Nikola Tesla (1856-1943), entre otros destacados hombres de ciencia, habían descubierto que todo en la naturaleza vibra a una frecuencia determinada, incluyendo las bacterias, virus, hongos y parásitos helmínticos, que fue el conocimiento que, como vimos anteriormente, Roya Rife usó para dar esa misma frecuencia resonante a los patógenos de manera de sobrecargar su patrón resonante y hacerlos reventar o desvitalizar. Sin embargo, hoy sabemos que hay otras fuerzas y efectos benéficos involucrados en la terapia de frecuencias, no todo es destruir patógenos o parásitos, sino que hay también potenciación del sistema inmune. Se dice que Nikola Tesla acuñó la siguiente frase: “Si quieres entender el Universo, piénsalo en términos de energía, frecuencia y vibración”.